El Mundial que se realiza en Qatar conlleva involucrarse en una dinámica que escapa nuestra cotidianeidad.

Comenzó el Mundial de Fútbol de Qatar 2022 y se espera que más de un millón de personas arriben al país durante un mes y medio. Sin embargo, será una edición muy diferente, no sólo porque se lleve a cabo en otra época del año a la que no estamos acostumbrados, sino también porque su cultura, reglas y vida cotidiana son totalmente ajenas a las occidentales.

Para empezar es necesario saber que Qatar es un emirato que tiene un sistema político monárquico. Al ser el primer país de medio oriente en albergar la máxima cita del fútbol a nivel selecciones, se posiciona como una nueva experiencia.”Estamos hablando de un país que en el artículo 1 de su constitución nacional marca que el islam es la religión del Estado y que el ordenamiento jurídico se inspira en la ley islámica. Esto claramente genera una identidad donde la religión no está solamente en el ámbito privado sino también en lo público, lo que significa que el Estado institucionaliza la religión desde la constitución y con leyes que se aplican en la vida cotidiana de todos los ciudadanos, tanto nativos como visitantes”, explicó Rubén Paredes, docente de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Nacional de Rosario e investigador del Grupo de Estudios del Medio Oriente.

El alcohol, al igual que en otros países de medio oriente, está prohibido, lo que resulta chocante ya que uno de los principales sponsors del Mundial es una reconocida marca de cerveza. “Hay excepciones que no solo están pensadas para la vida cotidiana, sino también para este evento. En un hotel de cuatro estrellas y superior, por el nivel de privacidad que se maneja, una persona puede beber alcohol adentro. También existen restaurantes habilitados para que una persona que no es catarí pueda consumir alcohol, pero con un control muy fuerte. El occidental que está allí puede acceder a una cuota de alcohol al mes en lugares específicos”.

Propiamente durante la competencia van a existir lugares especiales en donde los visitantes podrán consumir bebidas alcohólicas, como por ejemplo los hoteles. Lo que no se pudo lograr es que se permita hacerlo en la vía pública, y en el caso de encontrar personas ebrias, quedarán detenidas hasta que se les pase el efecto. “Otro punto importante es que no se puede entrar con alcohol al país, ni en la valija ni comprándolo en el freeshop. Solo se puede comprar en lugares autorizados”. 

En cuestiones de vestimenta, está prohibido que las personas muestren el torso desnudo en la vía pública y en los estadios. Tampoco, independientemente del sexo, se pueden mostrar los hombros ni las rodillas. “No se permiten musculosas, tops, ni minifaldas. Eso se traduce en que habrá que utilizar pantalones livianos o bermudas largas, por las altas temperaturas”.

Por último, también están bajo la lupa las relaciones afectuosas y cómo estas se desenvuelven en lo público. “Ir tomados de la mano de la pareja está terminantemente prohibido, inclusive dentro del matrimonio. No se puede demostrar el afecto. Tradicionalmente el hombre árabe camina adelante y la mujer un metro y medio atrás. En este caso, los occidentales pueden caminar a la par, pero sin demostración de afecto alguna: besos, abrazos o tomarse de la mano. Pueden llegar a tener una pena mínima de 7 años, según la situación particular”. 

La vestimenta en Qatar es uno de los aspectos claves a tener en cuenta.

Muchas organizaciones internacionales, durante todo el proceso de preparación del Mundial, solicitaron en distintas oportunidades que la normativa penal no se aplique sobre los visitantes que asisten al evento y que no son parte de la cultura. Qatar sostuvo que era imposible hacer esa excepción, argumentando que estaría mostrando una imagen contraria a su población durante un mes. “Existe la ‘Ley contra el libertinaje, disipación y la fornicación’, la cual es muy clara: aquella persona que inste de manera verbal o con gestos al libertinaje tendrá una pena mínima de 6 meses y máximo de 3 años, dependiendo de la condena. Ahora, si se descubre que se organizaron redes de prostitución masculina o femenina, se aplica el artículo 295 de esta ley y puede condenarse hasta con 7 años de presión”. 

Por lo tanto, cualquier acto de demostración, heterosexual u homosexual, es condenado. “Un acto homosexual descubierto en la vía pública, que involucre el contacto con un catarí nativo, puede conllevar una pena más alta porque se considera que es una contaminación hacia la religión islámica”. 

Igualmente, desde la organización local se manifestó cierta tolerancia hacia las manifestaciones occidentales. Lo que sí, pidieron por el respeto hacia las costumbres, tradiciones y legislaciones locales, apelando a la buena conducta voluntaria de los turistas. “El que aceptó ir al Mundial tiene que saber cuáles son las condiciones. El islam regula las relaciones y genera orden dentro de la sociedad. Se le pide a los visitantes que respeten la conciencia cultural, por eso marcaron desde el vamos cuáles son los puntos centrales a tener en cuenta”.

Posicionamiento mundial

Paredes recordó que Qatar es uno de los estados más ricos después de Arabia Saudita en la región. “Constituye lo que se conoce como Consejo de Cooperación Del Golfo, un organismo que nació con objetivos militares en 1981 pero que fue cambiando hasta incorporar objetivos de naturaleza económica.”

Este país tiene la particularidad de tener una política exterior autonómica, es decir que no sigue a Arabia Saudita que es el líder dentro del Consejo de Cooperación. “Esto le valió una crisis diplomática en los últimos años que, paradójicamente, se resolvió en el contexto de la pandemia. La solución se desencadenó a sabiendas de que se venía el Mundial y era una cuestión urgente porque el país había quedado bloqueado desde 2017. El conflicto surgió a partir de distintas fake news que subrayaban que el Emir de Qatar apoyaba a la República Islámica de Irán, país enemigo de Arabia Saudita, y por otro lado, se responsabilizaba a Qatar de apoyar a una agrupación definida como terrorista en la región, de origen musulmán, que es la que había llegado al poder en los sucesos de la Primavera Árabe en Egipto”.

Paredes detalló que Qatar salió airoso del conflicto y terminó convirtiéndose en un país mediador: jugó este papel cuando se produjeron los ataques sobre los territorios ocupados en Cisjordania o los ataques de Gaza que llevó adelante Israel. “Además, el año pasado, terminó siendo sede de las negociaciones para la retirada de Estados Unidos en Afganistán, que precipitó la llegada del Régimen Talibán nuevamente al poder en ese país. Eso da cuenta de un alto perfil alcanzado a nivel regional e internacional en un contexto que está en el ojo de la opinión pública”.

Los estadios se construyeron en tiempo récord, lo que provocó diversas denuncias sobre la condiciones laborales de los trabajadores.

Lo que se oculta del ojo público

Hace varios años que Qatar ha ido creciendo en términos económicos y se posicionó frente a los ojos del mundo como un país poderoso. “Es lo que se conoce como un Estado con modelo de desarrollo rentístico, significa que viven principalmente de un producto de exportación, que en este caso es el gas. No está demás decir que es una de las principales reservas mundiales de este recurso y que frente al contexto de la guerra entre Rusia y Ucrania y la crisis energética que ha generado, Qatar ha sido favorecido”, expuso Paredes. 

En este sentido, el Estado intenta redistribuir esa inyección de dinero hacia su pequeña población nativa, buscando favorecer las altas condiciones de vida. “Esto provocó que pueda postularse como sede delante de la FIFA y que en tiempo record tenga los fondos para construir todos los estadios necesarios. Claro que aquí hay otra polémica: en qué condiciones laborales estuvieron los trabajadores involucrados en esas construcciones”. 

Amnistía Internacional, como muchas otras organizaciones no gubernamentales, denunciaron el proceso de edificación de los estadios. “Los trabajos se realizaban bajo un sol arrasante y temperaturas cercanas a los 50 grados. Se calcula que murieron 1200 personas que no eran cataríes sino inmigrantes de otros países de oriente que van a trabajar allí en situaciones de total esclavitud”. 

El investigador resaltó que estos trabajadores lo hacen bajo lo que se denomina sistema kafala, donde se contratan a personas de otros países del medio oriente y cuando ingresan a Qatar se les retiene el pasaporte, por lo que no pueden salir y son sometidos a condiciones pésimas de vida. “Por eso se dice que los estadios están teñidos de sangre. Después del Mundial seguramente salgan a la luz más datos ya que ahora todo está eclipsado por la competición. Es por esta razón que está prohibido sacarle fotos a los edificios y viviendas de los obreros que limpian o recogen la basura, porque sus condiciones de vida son muy duras, a diferencia de los cataríes que son beneficiados por el sistema económico y suelen tener un nivel adquisitivo alto”.

Periodista: Gonzalo J. García