La Licenciada en Ciencias de la Computación Margarita Capretto fue la mejor promedio de la UNR con 9.88. Actualmente realiza un Doctorado en Madrid y en los ratos libres escala montañas con sus compañeros de estudio.

Siempre le gustó la matemática y a los doce años comenzó a  participar de las Olimpíadas representando a su escuela secundaria en Colón, provincia de Buenos Aires. A los 18 se mudó a Rosario para estudiar Ciencias de la Computación en la Facultad de Ciencias Exactas de la UNR “porque es una buena Universidad” y Rosario le quedaba cerca.  

Cuenta que cursó todas las materias, los primeros años a la mañana y luego a la tarde y que  no tenía  un horario fijo de estudio. “Intentaba aprobar y que me vaya bien en los finales pero el promedio no era algo que me preocupara”, dice quien sacó casi todos diez, un par de nueves y un ocho en toda la carrera. Aunque reconoce que le dedicó más tiempo a las asignaturas que menos le gustaban porque eran las que más le costaban.

Cuando estaba en tercer año empezó a participar en las Competencias Internacionales de Programación ACM ICPC. En estas deben presentarse grupos de tres y duran cinco horas por lo que requieren de un entrenamiento previo. “Los fines de semana nos juntábamos con mis compañeros para simular las competencias”, cuenta y confiesa que se centraba más en esa preparación que a estudiar las materias. “Se volvió lo más importante académicamente”.

“Se aprende mucho y los temas se ven de una forma distinta que en la Facultad  donde se enseñan y después se evalúan con un examen. Allí se presentan problemas, hay que ir aprendiendo recursos para poder resolverlos y si bien existen muchas formas de hacerlo, se debe encontrar una”, asegura.

De la UNR al mundo

Margarita afirma que en la carrera son muy pocos y se conocen entre todos. “Es fácil hacerse amigos, incluso de otros años, mayores y menores y  la relación con los profesores es muy buena”.

Sobre Ciencias de la Computación dice que demanda tiempo y hay que sentarse a estudiar como cualquier otra carrera pero “lo bueno es que te prepara para que sigas aprendiendo,  te da herramientas para que puedas entender y adquirir por tu cuenta los conocimientos que quieras”.

Resalta que la UNR da una excelente formación  y como es una Universidad con buena imagen en otros países “hay opciones y puertas abiertas en todos lados”. De hecho en su último año de cursado comenzó a realizar pasantías y ya completó seis en diferentes Universidades y empresas del mundo.

En 2017 estuvo en la Universidad de Aalto (Finlandia)  y en ETH (Zurich, Suiza). En 2018 fue a Facebook (Londres, Reino Unido). En 2019  a Google (Zurich, Suiza) y a IST (Viena, Austria). Y en 2020 al Instituto de Investigación IMDEA Software que  está en la Universidad Politécnica de Madrid. Allí actualmente cursa el Doctorado en Ciencias de la Computación.

En las Universidades trabajó en proyectos de investigación sobre la teoría de grafos, sistemas, criptografía. En las empresas se desempeñó como desarrolladora de software. Hoy su investigación se centra en los métodos formales aplicados a blockchain.

Al contrario de la imagen estereotipada del nerd en soledad, cuenta que en su profesión se trabaja mucho en equipo. Como ejemplo menciona la labor que realiza en el actual Instituto y otras actividades por fuera que comparte con sus compañeros, tales como escalar. Durante la semana van a lugares cerrados de la ciudad acondicionados para esa práctica y los fines de semana se instalan en una zona montañosa  en las afueras de Madrid   “Es una actividad física muy común entre los que hacemos computación”, afirma y reflexiona: “Requiere ir planificando con atención cada movimiento y en esa precisión para la resolución de problemas hay una similitud con la profesión”.

Periodista: Victoria Arrabal