Por su amplia trayectoria académica, obras construidas y textos escritos, el Arquitecto Alberto Campo Baeza fue distinguido con el máximo título de la Universidad.

En una transmisión por el canal de youtube UNR oficial y con la presencia de 1500 personas, el Rector Franco Bartolacci entregó el título de Doctor Honoris Causa al Arquitecto Alberto Campo Baeza, bajo el padrinazgo del Decano de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño, Adolfo Del Río.

La experiencia de Campo Baeza acumulada por más de 30 años se fue plasmando en publicaciones que dan cuenta de sus procesos proyectuales y su particular mirada hacia la arquitectura, el tiempo, la gravedad, la luz y la materia.

“Es un honor para la UNR que una personalidad de su talla pase a formar parte de nuestra comunidad universitaria”, expresó Franco Bartolacci durante la ceremonia. Y observó que la asistencia masiva de referentes institucionales de todos los niveles académicos y profesionales de la disciplina en el acto, puso en evidencia la importancia de este reconocimiento a su trayectoria.

“Estamos reconociendo su testimonio de vida, su arte, su excelencia, su impronta profesional, su arquitectura que es educativa y ese lugar que le reservamos de maestro, que con su desarrollo académico y profesional nos interpela, nos moviliza, nos conmueve, nos invita a pensar e imaginar y hacer posible ese mundo distinto que necesitamos”, sostuvo.

En Rector de la UNR resaltó que es el título más importante que entrega una Universidad y, al mismo tiempo, la expresión de la voluntad de la institución de incorporarlo formalmente al cuerpo de profesores y profesoras. “Cuando las instituciones reconocen a alguien, cuando deciden homenajear una trayectoria, ponen en evidencia también qué es lo que quieren ser. En su testimonio de vida hay pequeños y grandes rastros de lo que entendemos tiene que ser una institución académica como la Universidad pública argentina”.

La resolución aprobada por unanimidad por el Consejo Superior para otorgar este título a Campo Baeza indica que “el conjunto de su obra construida no sólo es soporte de las reflexiones teóricas, sino que además es un aporte didáctico inconmensurable para las cátedras de proyecto, de historia y de materialidad, especialmente en los primeros años de la carrera, donde el bagaje conceptual explícito y la claridad constructiva resultan imprescindibles”.

“Reconocer y distinguir al Arquitecto Campo Baeza es también señalar el valor de la palabra como protagonista del discurso arquitectónico al expresar las ideas cabalmente, la forma en que se piensa y se organiza la materia que dará forma a los espacios”, se afirma en los fundamentos.

Luego de la distinción, Campos Baeza dio una charla que presentó como un Manifiesto a favor de la belleza. “Con este honoris causa de la Universidad Nacional de Rosario, ¿de qué más podría hablar sino de la belleza? La belleza es tan necesaria como el aire que respiramos, sin ella esta vida no merecería la pena ser vivida. Este manifiesto desea convencer en la necesidad de cultivar las bellas artes y la enseñanza en su relación con el cultivo de la inteligencia. Porque la belleza va indisolublemente unidad a la razón y a la verdad”, expresó el arquitecto en la apertura de su ponencia.

Promotor de conocimiento

Campo Baeza participó en distintas Universidades de Europa y de Estados Unidos, asumiendo los roles de crítico, profesor de maestrías, jurado de tesis, padrino de promociones, profesor invitado u ordinario, director de cátedra o como catedrático emérito. Fue distinguido con el Doctorado Honoris Causa en la Universidad San Pablo CEU de Madrid, es Miembro Honorario de la AIA (American Institute of Architects) de Estados Unidos y del Royal Institute of British Architects (RIBA) de Londres.

Obtuvo dos diplomas “Compás de Oro” como mejor profesor de la ETSAM de Madrid, y merecedor de innumerables distinciones a lo largo de todo el mundo por sus obras, principalmente por la casa de Blas, la casa Gaspar, casa del Infinito y las oficinas en Zamora.

Es un activo promotor de conocimiento, sus conferencias a lo largo de todo el mundo no saben de fronteras, ya disertó en los cinco continentes, desde Dinamarca hasta Marruecos, pasando por Sydney, Moscú o Pekin, e incluyendo visitas a nuestro país en 1994 y 2009 (Buenos Aires y Rosario).

Sus obras y proyectos, que se erigen principalmente en ciudades españolas en los comienzos de su carrera, para luego expandirse a ciudades de Italia, Alemania, Suiza, Estados Unidos, México, Chile, Argentina y Rusia, son fuente de referencia permanente de docentes y estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la UNR.

Periodista: Victoria Arrabal / Fotógrafa: Camila Casero