La Usina de Datos UNR presentó un informe que da cuenta de la inequidad entre mujeres y varones. Las tareas domésticas del hogar son realizadas en un 72% por mujeres y la brecha salarial es del 32%.

En el Día Internacional de la Mujer, la Universidad Nacional de Rosario sostiene y reafirma su aporte a visibilizar las desigualdades de género presentes en la realidad local y nacional.  

El informe “Desigualdad de género en números” muestra con datos la inequidad entre mujeres y varones en distintos ámbitos, entre ellos, los usos del tiempo y la distribución de tareas del hogar, la situación ocupacional y las brechas de ingreso, el acceso a la seguridad social, el transporte, la movilidad en la ciudad y los registros de violencia de género.

En el aglomerado Gran Rosario las tareas domésticas del hogar son realizadas en un 72% por mujeres sin tener en cuenta al servicio doméstico. “Si bien la pandemia visibilizó y volvió a poner en agenda la trascendencia de la economía del cuidado, así como también funcionó como alerta sobre los efectos que el aislamiento y el distanciamiento social tenían sobre la carga de tareas de cuidado no remunerado, aún la mayor parte de las tareas continúa siendo absorbida por el género femenino”, describe el documento.

Y resalta que la inequidad en la distribución de estas tareas por parte del género femenino condiciona su inserción en el mercado de trabajo, así como el tiempo que estas personas destinan a otras tareas como la educación, el autocuidado, el ocio, la participación social y política. Además, al tratarse de una actividad no remunerada, el reparto desigual impacta, también, en la brecha de ingresos percibidos por mujeres y varones.  

“La responsabilidad asignada a las mujeres frente a las tareas no remuneradas les genera un condicionamiento materializado en la privación del uso del tiempo, en la obtención de menores recursos económicos y, en definitiva, en una menor calidad de vida”, expresa el informe.

Situación ocupacional

Se evidencia una mejora de la situación ocupacional en relación al año 2020, con la crisis por el COVID-19, pero las brechas de género permanecen. Se identifica, en primer lugar, un incremento de la tasa de actividad y de empleo, con una evolución mayor en los varones. Al estudiar las diferencias entre los grandes grupos de edad que componen la población potencialmente activa, se observa una mayor asimetría entre mujeres y varones de edad central (de 30 a 59 años de edad) que entre los más jóvenes  (de 14 a 29 años). 

Las mujeres de edad central tienen una tasa de actividad 22 puntos menor que los varones, cuando la diferencia entre las menores de 30 es de 7 puntos. Entre las jóvenes (menores de 30 años) se advierten los mayores niveles de desempleo y subempleo del aglomerado Gran Rosario. 

Las mujeres de edad central tienen una tasa de actividad 22 puntos menor que los varones,

Las desigualdades entre varones y mujeres también se reflejan en el ingreso monetario promedio que obtienen por su trabajo en el mercado. Así, en el Gran Rosario, la brecha del ingreso promedio en la ocupación principal es del 31,9% entre varones y mujeres.  “Esta disparidad equivale a una relación de 68 pesos ganados por las mujeres cada 100 pesos obtenidos por los varones”, explicita la investigación. 

En cuanto al acceso a la seguridad social, hacia mayo de 2021, en la provincia de Santa Fe, se encontraban vigentes 426.818 jubilaciones. De ellas, un 62,8% correspondían a mujeres y un 37,2% a varones. “La importante cobertura en el sistema previsional para mujeres se debe a la implementación de los planes de inclusión previsional que permitieron el acceso, a través de moratorias, a casi 220 mil mujeres (un 81,6% del total de mujeres jubiladas), quienes de otra manera no se hubieran jubilado”.   

Pero la brecha de ingresos también se reproduce en los haberes jubilatorios, dado que el haber promedio de los varones es un 34,3% superior al de las mujeres.   

Transporte y movilidad

De acuerdo al Informe de la Usina de Datos UNR, el espacio vial es un espacio público dominado por varones. Los datos ilustran el predominio masculino en los roles asociados a la conducción en el espacio público. Las mujeres dependen predominantemente del transporte público y del tránsito no motorizado, como caminar y andar en bicicleta. 

De las personas usuarias de transporte urbano de pasajeros en Rosario el 65% son mujeres. Las mujeres tienen menores porcentajes de licencias de conducir que los varones en todos los tipos de vehículos. De los viajes en bicicleta, se estima que solo el 30%  son realizados por mujeres. En cuanto a los taxis, solo el 7% son choferes mujeres de licencias de taxis.

Finalmente, se expone en el informe la medición de la violencia de género durante el primer mes de la pandemia por el COVID 19. “En aquellos días se acentuó la preocupación por las mujeres y disidencias bajo condiciones de aislamiento obligatorio, teniendo en cuenta que la mayor parte de los hechos de violencia de género se dan en el ámbito doméstico, puertas adentro de los hogares”.

Para dar cuenta de esta realidad se presentan las cifras vinculadas a los registros de violencia de género durante los tres primeros períodos de aislamiento social preventivo y obligatorio. En total, se sumaron 7602 registros de violencia en las ciudades de Rosario y Santa Fe entre el 20 de marzo y el 27 de abril de 2020. Si se compara con los 10.622 registros del tercer trimestre de 2019, es posible advertir el aumento de las situaciones de violencia  durante el Aislamiento.

Los indicadores socioeconómicos fueron calculados en base a la Encuesta Permanente de Hogares (INDEC), el Boletín de Seguridad Social para la provincia de Santa Fe (ANSES), Datos Abiertos de la Ciudad de Rosario (http://datos.rosario.gob.ar), Encuesta de Origen y Destino (Secretaría de Transporte de la Nación), Encuesta Permanente de Pasajeros del Ente Movilidad de Rosario (EMR) y por el Registro Único de Situaciones de Violencia contra las Mujeres (RUVIM – IPEC).  

Informe Especial 8M 2022

Periodista: Victoria Arrabal/Fotógrafa: Camila Casero