En el inicio del segundo año de su segundo mandato, el rector de la UNR Franco Bartolacci, anticipó la creación de una nueva carrera de Ciencia de Datos desde el año que viene y el proyecto de una Escuela Superior de Arte Escénico y una nueva Facultad que pueda alojar carreras de educación física, nutrición y kinesiología.

Se cumplen cinco años de gestión de Franco Bartolacci al frente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). El 6 de agosto del año pasado el rector asumió su segundo mandato en un escenario social, político y económico diferente al actual, lo cual obligó en este 2024 a replantear desafíos, reestablecer prioridades y dar batallas de subsistencia aunque sin perder el rumbo de las transformaciones, la expansión y el posicionamiento social que caracterizan a esta administración.

Al cumplir cinco años como rector de la UNR, Bartolacci revalidó los objetivos y junto a la comunidad universitaria renovó la energía para continuar por el camino de la reforma académica, la modernización administrativa, la creación de nuevos trayectos formativos y la continuidad de las obras de infraestructura.

En ese sentido, anticipó que lo que se viene es la creación de una nueva carrera de grado a partir del año que viene: la Licenciatura en Ciencia de Datos con base en la unidad académica de Ciencias Económicas y Estadística. Además, el impulso a una nueva carrera universitaria de Artes Escénicas en trabajo conjunto con la provincia y el municipio para la puesta en marcha de una Escuela Superior de Arte Escénico. Y planteó que elevará, tal como se había comprometido, a la Asamblea Universitaria, la creación de una nueva facultad que aloje carreras como educación física, nutrición y kinesiología. Al mismo tiempo, confirmó la continuidad de la escuela secundaria virtual Otra Vuelta, que ya inicia sus actividades con nuevas aulas, y de la Escuela de Oficios, al tiempo que anunció la finalización de la construcción del edificio de la Planta de Alimentos con fondos aportados por el BNA y la Fundación UNR; una convocatoria conjunta con la Provincia para una inversión por 150 millones de pesos para financiamiento de proyectos científicos tecnológicos y la culminación de la obra de la Facultad de Derecho que está desarrollando la UNR con fondos propios.

Pasó un año desde la asunción a tu segundo mandato, y el escenario se modificó bastante desde aquel día, ¿es este el año más difícil de tu gestión?

La verdad es que no tuvimos años fáciles, porque los primeros dos años de la primera gestión fueron de pandemia con todo lo que eso implicó y los segundos dos años también fueron difíciles por la crisis económica que se profundizó y eso generó un montón de dificultades incluso cuando había recursos pero igual alcanzaban relativamente. Este año todo eso se acentúa porque además hay una intencionalidad manifiesta de disfinanciar el sistema universitario. Creo que lo más loable, en esas circunstancias tan excepcionales, es haber sostenido un proceso de expansión inédito de la universidad. Desde la perspectiva académica, de infraestructura y del posicionamiento social de la UNR, nunca se hizo tanto como en estos años, y se hizo a pesar de todos los condicionamientos, producto del enorme esfuerzo de nuestra comunidad. Para mi lo más importante construido es esto y a la par algo menos tangible, pero más relevante porque hace posible todo eso, que fue potenciar o consolidar una idea de pertenencia a un proyecto colectivo, un sentido de comunidad. Yo creo que esa es la fortaleza que hoy tiene la UNR. De los cinco años este primer semestre fue él más complejo, pero no venimos de cuatro años sin sobresaltos. Y vendrán tiempos difíciles, porque hoy hay una concepción de la universidad pública muy distinta de la que nosotros tenemos.

Si bien hubo muchos sectores afectados por la política económica, la gran movilización fue de la Universidad, ¿cómo viviste ese respaldo?

De lo que pasó, lo bueno fue la respuesta de la sociedad argentina, ese apoyo conmovedor que empuja y moviliza y sin el cual no hubiésemos podido empezar a encontrar respuestas. Yo creo que las sociedades suelen ser más inteligentes que sus dirigencias. La sociedad argentina lo que hizo el 23 de abril fue poner las cosas en su lugar, dijo ’esto hay que cuidarlo’ y fue un mensaje para el gobierno nacional pero también para los que estamos al frente del sistema universitario porque es mucha responsabilidad que esta sociedad que además estructuralmente está rota, que la pasa muy mal, siga aún con esas dificultades confiando en una institución a la que se destina un montón de recursos a pesar de esa dificultad que tiene. Entonces, eso confirmó que la universidad pública está en el ADN de la Nación, gente de toda procedencia que decía ‘No, pero yo fui a la universidad y yo estuve ahí’, gente que incluso probablemente haya o siga acompañado al gobierno, pero sin embargo, dijo ‘no, con esto no’. Eso mismo fue lo que hizo que aparezca una respuesta del gobierno al menos en la cuestión presupuestaria para funcionar, aunque todavía queda pendiente una recuperación salarial urgente para docentes y nodocentes.

Se multiplican los convenios con distintas comunas y municipios, ¿Cuál es la apuesta de la UNR en la región?

Desde el primer día planteamos un desafío ineludible para la universidad que es acercar la propuesta académica a la mayor cantidad de gente. Sabemos que había que hacer mucho para que la UNR llegue donde no estaba presente, donde todavía no lo había hecho, para dar cuenta del esfuerzo que hace la sociedad para sostenernos. Y en ese sentido, la idea es estar más presente en todo el territorio sobre todo en su ámbito influencia, en nuestro caso en el centro sur de la provincia de Santa Fe. Además de la convicción de que hoy hay otras formas de habitar la universidad pública, distintas o complementarias a las que conocimos tradicionalmente. Ir a la gran ciudad a cursar las carreras tradicionales sigue siendo una expectativa, pero no la única. Entonces hay que asumir que hoy hay múltiples formas: la escuela de oficios, la secundaria virtual, el aprendizaje en aulas híbridas, en el campus virtual, trayectos novedosos, nuevas áreas del conocimiento. Lo tercero es poner de manifiesto que la universidad es mucho más que la formación. Porque incluso en la discusión con el gobierno, el error de conceptualización es creer que la universidad lo único que hace es formar profesionales. La universidad argentina tiene una potencialidad enorme, tiene tareas de extensión, desarrollo científico, intervenciones territoriales de todo tipo que todos los días contribuyen a solucionar problemas que tiene la sociedad y creo que esto de salir también nos ayuda a estar más presentes. Esa manera de intervenir en el territorio que es complementaria de nuestra misión primaria que es la de formar sí, pero ahora como nunca antes la Universidad está presente frente a cada problema, cada necesidad, cada demanda que tenga cada municipio o comuna sobre todo el centro sur de la provincia de Santa Fe. Lo que hacemos es escuchar lo que necesitan, en general relacionado con la formación de oficios, planeamos cursos, los ponemos en marcha en conjunto. buscamos vincularlos con las necesidades del sector productivo, del entramado industrial y empresarial, de las demandas del territorio. Mi sueño es que el sello de la UNR aparezca siempre en todas partes, la Universidad haciendo su aporte en todo lo que la sociedad necesita.

¿Cuál es la evaluación de la Escuela de Ciencias Sociales y de las otras secundarias también?

La diversificación de la propuesta académica y la multiplicación de dispositivos es exponencial, y esa expansión se hace mucho más evidente en la multiplicación de la propuesta de escuelas medias: Escuela de Ciencias Sociales y Humanísticas, Polo Educativo General Lagos, Polo Educativo Puerto General San Martín, secundaria virtual y la Agro de El Trébol. Cinco en cinco años, es inédito. Las escuelas secundarias han sido una base de la Universidad para su historia. De estas, la Escuela de Ciencias Sociales completa la propuesta de formación media de la UNR junto a las históricas: el Politécnico, el Superior y la Escuela Agrotécnica. y vamos a seguir, estamos trabajando en la creación de una Escuela Superior de Arte Escénico que incluya formación en danza, en teatro, en canto, comedia musical. Lo estamos trabajando con la provincia, con el municipio. Pensamos en una carrera universitaria corta, en el marco de los tramos de formación más cortos que estamos implementando y funcionan muy bien.

En 2024 empezaron los primeros ciclos lectivos de Corretaje y Seguridad Ciudadana, ¿Qué más se viene para 2025?

Ahora vamos a aprobar la Licenciatura en Ciencia de Datos, estamos avanzando con los planes de estudios trabajados por la Facultad de Ciencias Económicas y Estadística, la idea es empezar el año que viene. Y trabajamos para que a fin de año podamos proponer a la Asamblea la creación de una facultad nueva que aloje educación física, nutrición y kinesiología, carreras muy demandadas y necesarias en el ámbito de lo público.

Como ves la inteligencia artificial en la educación, ¿parece que la IA se lleva puesto todo?

Lo interesante de la Inteligencia Artificial es que sacude al sistema, a veces las estructuras son tan difíciles de mover que es el contexto el que impone estos desafíos. La pandemia fue una oportunidad que obligó a hacer cosas que si no hubiesen demorado 10 o 20 años, esto puede ser también un disparador para discutir cosas. Una oportunidad o un problema, depende lo que hagamos con ello. Lo que está claro que no podemos hacer las mismas cosas que hacíamos antes. Y en eso hemos avanzado mucho, creando nuevas carreras, con nuevos formatos más modernos, más vinculadas a necesidades específicas de la región, incorporando tecnología en las aulas y talleres, modernizando normativa, yendo a buscar a las estudiantes que por alguna razón dejaron con el regresar, acompañando a los que están para un tránsito más amable. Hace falta pensar los planes de estudio, los tipos de carrera y los modos de enseñar. Hemos avanzando como nunca en este aspecto, pero queda todavía mucho por hacer. Y el contexto que atravesamos, aunque a veces no parezca, puede ser más que un problema, una posibilidad para transformar todo más rápidamente.

¿Se pudo avanzar en modificar la forma de enseñar? Con la cuestión presupuestaria o la cuestión salarial que atraviesa todo, es como que te ocupás de sobrevivir y todo lo demás pasa a segundo plano.

La responsabilidad que tenemos exige que al mismo tiempo que reclamamos o resistimos podamos garantizar lo que hace falta para seguir proyectándonos, que podamos hacer todo, porque nosotros la defensa la podemos sostener sobre la base de la legitimidad que el sistema universitario tiene en la sociedad argentina. Esa legitimidad está sentada en un prestigio, en una historia, en una manera de hacer las cosas de la Universidad, para que eso siga siendo así, es necesario seguir provocando un montón de transformaciones. Así, al mismo tiempo que vos gestionas soluciones a todos esos problemas, no tenés que descansar en cumplir las metas de la agenda que te propusiste. Porque eso hace la legitimidad con la que después vos podés defender a la Universidad. Para mí es el desafío más urgente, el de la modernización administrativa, el de la transformación académica, pedagógica y curricular. Todo esto para que la Universidad sea un dispositivo más preparado para aportar a lo que entiendo el país necesita, que es la construcción de una épica por la inclusión, la convivencia y el desarrollo. El mundo cambia vertiginosamente, la Argentina ya no es la de antes y en ese contexto la Universidad no puede seguir haciendo las mismas cosas. Y si el contexto presente dificultades, habrá que ingeniar creativamente las formas de seguir dando pasos hacia el objetivo, pero nunca parar.

¿Cómo siguen las obras? ¿Cuál es la lista de pendientes?

Todo lo que se venía haciendo con recursos propios, a pesar del desfinanciamiento brutal del sistema, lo pudimos sostener, con enorme esfuerzo y una administración responsable. Por ejemplo la obra de recuperación de la Facultad de Derecho. intervenciones de menor envergadura como la refuncionalización del acceso por calle San Lorenzo al área salud, la puesta en marcha del edificio de Montevideo y San Martín, donde se dicta la carrera de diseño.
Después están frenadas obras grandes que estaban comprendidas en el programa nacional de infraestructura universitaria, el anexo de Odontología que le falta un 15% para terminar, el edificio nuevo de Veterinaria, el Aulario del área salud y dos obras que tenían fecha de licitación que nunca se concretó que era una ampliación de Ingeniería en la Siberia y la construcción de un Aulario en el centro.

¿Tenés interlocutor a nivel nacional para el tema de las obras?

No tenemos interlocución clara. Nosotros a las obras que falta poco las podríamos terminar, pero por una cuestión legal no podemos hacerlo, no tenemos certezas respecto de que va a suceder. La Universidad de Rosario es muy grande, con muchos edificios, muy descuidada históricamente, muy distribuida geográficamente, necesita 10 o 15 años de inversión sostenida en infraestructura para poder revertir la situación, y nosotros veníamos muy bien.
Van a insistir con las gestiones para solucionar el problema de las obras que estaban a cargo de Nación, pero si no aparecen respuestas veremos cómo emprender una estrategia propia, al mismo tiempo que sostendremos con recursos de la UNR la planificación que estaba prevista, En cualquier caso, la UNR será otra en pocos años en materia de infraestructura, avanzando en la recuperación de su patrimonio, haciendo todos los días algo que garantice mejores condiciones de trabajo y estudio a nuestra comunidad. Si el contexto es más favorable, nos desarrollaremos más activamente. Si es menos, buscaremos cómo crear respuestas que nos conduzcan al mismo lugar. Pudimos avanzar porque cada quien hizo su parte, los equipos de Facultades y Escuelas más comprometidos con la tarea, nuestra Fundación aportando todo lo que puede para garantizar por ejemplo culminar las obras de la Planta de Alimentos, las áreas centrales con trabajo e intervenciones en todos los espacios, y la administración financiera con mucha responsabilidad garantizando los recursos que hacen falta para alcanzar estos objetivos.

Periodista: Micaela Pereyra / Fotógrafa: Camila Casero