La UNR investigará la relación entre el cancer infantil y factores ambientales
Los investigadores vuelven a poner bajo la lupa la calidad del agua, el uso de agrotóxicos y la calidad del aire y su vínculo con estas patologías. Además, abrirán una línea de trabajo sobre enfermedades neurodegenerativas, Parkinson y Alzheimer
Una red de seis universidades nacionales, entre las que se cuentan la Universidad Nacional de Rosario (UNR), pondrán bajo la lupa durante los próximos cinco años la relación entre factores ambientales clave, como calidad del agua, uso de agrotóxicos y condiciones de vida, con los «preocupantes» indicadores de mortalidad infantil por cáncer que tiene Argentina y la Región Centro, como los calificó el médico e investigador Alejandro Oliva. En tanto, entre la población a partir de los 60 años, investigarán junto al Instituto Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario el cruce entre esos elementos y enfermedades degenerativas en esa población, específicamente Parkinson y Alzheimer.
Así, el cruce entre salud y ambiente seguirá siendo en una nueva fase el norte de las investigaciones que llevan adelante universidades nacionales de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe y que conforman la Red Interuniversitaria en Ambiente y Salud de la Región Centro (Redinasce). Tras cerrar una primera etapa donde se trabajó sobre los indicadores de cáncer en adultos, así como las anomalías congénitas vinculadas a la calidad del agua y la presencia de arsénico, la superficie sembrada y el uso de agroquímicos, además de las condiciones de vida de la población, este viernes anunciaron la puesta en marcha de una segunda fase de trabajo hasta 2026.
En estos primeros años, los resultados obtenidos ya mostraron claras relaciones entre la mortalidad por cáncer en los varones de las tres provincias de la región central del país y el desarrollo de las superficies sembradas, así como también en relación a los indicadores de pobreza. Fundamentalmente, en la prevalencia de determinados tipos de cáncer, como son el de pulmón, páncreas y colon.
Del mismo modo que los estudios sobre el agua realizados sobre el agua consumida por la población -agua de red que llega a los domicilios y que consume el 70 % de estas poblaciones- mostraron que la tasa de mortalidad está aumentada para hombres y mujeres a lo largo de los 25 años que conforma el período estudiado.
El cáncer infantil, una prioridad
Oliva, a cargo del Programa de Medio Ambiente y Salud del Centro de Estudios Interdisciplinarios UNR y coordinador de las investigaciones desde 2016, señaló que las investigaciones en relación al cáncer infantil «son una prioridad» y así lo declaró el Ministerio de Salud de la Nación. «Sucede que en todo el mundo la mortalidad baja, por prevención y los controles, pero en la Argentina en los niveles socioeconómicos más bajos sube desde 2010 y es preocupante», explicó el médico.
A ese escenario, Oliva le sumó que la Región Centro «históricamente tuvo tasas superiores a las medias nacionales y Santa Fe está entre las cinco provincias con tasas de mortalidad más altas«, lo que sustenta la decisión de avanzar a partir de ahora en la investigación de esos indicadores en un cruce con los factores ambientales, como ya se hizo en adultos.
El objetivo es primero trabajar en el mapa de las 24 provincias para luego focalizar en la zona central del país, así como también se plantean el desafío de obtener «datos departamentales de la provincia que permitan saber cuáles son los de mayor riesgo». Y más aún, la clave -adelantó- estará en sumar a los factores que ya se vienen estudiando -superficie sembrada, calidad de agua y nivel socioeconómico- la calidad del aire.
«La apuesta es hace un estudio particularmente de aire, que es uno de los factores que más impacto tiene en la contaminación ambiental y sobre todo en los chicos, que son más receptivos a esa contaminación y también desde el punto de vista del cáncer», anticipó.
Parkinson y Alzheimer
Las patologías neurodegenerativas también entrarán en los próximos años en la agenda de las investigaciones de la red, específicamente los casos de Parkinson y Alzheimer, que se dan en población a partir de los 60 años y de los cuales «no hay registros claros en Argentina», indicó Oliva.
El médico explicó que «no hay datos de incidencia» de esas enfermedades, por lo que adelantó que se trabajará también sobre «la tasa de mortalidad, en estas patologías, es indirecta».
«Hay desde hace por lo menos 12 años estudios en Europa y Estados Unidos que ya muestran vinculaciones entre estas patologías y factores ambientales», detalló el investigador, que además hizo hincapié en la vinculación que se sostendrá para este trabajo con el Instituto Max Planck que ya lleva adelante trabajos sobre estas patologías, fundamentalmente el Parkinson.
Y dejó en claro que si bien hay desarrollos en este sentido a nivel mundial, «aún no hay abordajes de este tipo en el país», destacó.