El Indicador Sintético Energético (ISE), mide el desempeño del sector a partir de un conjunto representativo de formas de energía secundarias (gas licuado de petróleo, naftas, kerosene y combustible para retropropulsión, diésel oil, gas oil y fuel oil).

También toma el total de electricidad generado en el país y el gas distribuido por redes.

Cabe destacar que la autogeneración no es incluida en el cálculo para evitar la posible doble imputación de alguna fuente energética.

Cabe señalar que, en virtud de la disponibilidad de información sobre lo requerido por las centrales termoeléctricas en cuanto a insumos, se resta de cada una de las formas de energía secundaria el consumo por parte de las usinas y de servicios públicos de: gas oil, diésel oil, fuel oil y gas natural, lo que permite tomar cantidades netas, libres de duplicaciones

En virtud de la heterogeneidad de los bienes que conforman la muestra representativa de la forma de energía secundaria se utilizan factores de conversión que llevaron a que las distintas medidas lograran expresarse en Tep (toneladas equivalentes de petróleo).

Particular atención merece el sector energético en virtud de sus características distintivas, en el sentido de que los cambios no se producen en el corto plazo, por lo que la Matriz Energética exhibe cierta inflexibilidad de un año a otro.

Las inversiones necesarias para el sector deben ser elaboradas bajo políticas de largo plazo, porque se relacionan a obras de infraestructura costosas y que demoran tiempo en hacerse.

Para ello es necesario la preparación por parte de las autoridades correspondientes de un plan que contemple esta duración y se mantenga en el tiempo.

Las inversiones deben tener un consenso generalizado para evitar que cada plan que un gobierno hace sea eliminado con la llegada de un nuevo gobierno.